No es la primera vez y obviamente no será la última, que la ensenada de Noia aparece cubierta por un manto de purín proveniente de la descarga de residuos producidos por alguna explotación ganadera y consistente en materias fecales de origen animal.
Este fin de semana, la ensenada aparecía totalmente cubierta en la zona del paseo marítimo, desde la escollera a la altura de la estación de autobuses hasta la punta de Abruñeiras, en total casi 2 km. de litoral con una mancha de unas 25 hectáreas.
Aunque no nos es posible determinar el punto exacto del vertido, por lo general, este delito, suele realizarse de noche, en tramos del Río Traba o del Río Tállara, las corrientes arrastran posteriormente la materia fecal hasta el estuario, y si la marea está subiendo se da, como en este caso, la condición para que la mancha se quede, durante unas horas atrapada entre la franja litoral y la escollera.
En el siguiente vídeo se ve la magnitud del vertido:
A todo el daño medioambiental que estos, y otros vertidos, producen a la ría, es inevitable añadir el daño social y económico, cuando un visitante llega a Noia, se acerca al paseo marítimo a disfrutar del paisaje costero, y se encuentra con una auténtica pocilga fétida, con suerte, simplemente terminará el paseo y se irá para no volver, llevándose un recuerdo desagradable de lo que debería ser la joya urbana de la Ría, el Portus Apostoli.
Otro aspecto a tener en cuenta en referencia a este y otros vertidos continuados, es la proximidad, (algo mas de 1 km.), del que quizás sea el banco marisquero mas importante de Galicia, del que dependen directa e indirectamente miles de familias y que en cualquier momento nos puede dar un susto a todos…