El 6 de septiembre por la tarde nos mandan unas imágenes en las que se hacía visible entre la maleza de la playa de Aguieira (Porto do Son) un Zorro claramente herido, lo poco que se dejaba ver permitía apreciar que cojeaba y que apenas se movía, tampoco huía, lo que sentenciaba que estaba en malas condiciones. Aconsejamos a la persona que envío el video que llamase al SEPRONA y a los agentes medioambientales de la comarca, sin que podamos confirmar que así se hiciera.
Al día siguiente el zorro estaba muerto en ese mismo sitio, nos enviaron unas fotografías que invitan a categorizar el tipo de agonía y sufrimiento por el que este animal pasó antes de morir. Una pata amputada, con una brida amordazando el muñón, aun en carne viva, y un disparo en el lomo que lo atravesaba de lado a lado.
Presumiblemente la triste historia de este animal es que quedó atrapado en un lazo o cepo, técnica de caza esta, absolutamente ilegal, por cruel, indiscriminada y no selectiva, pero que se sigue practicando por algunos salvajes endogámicos de la comarca pertenecientes a distintos colectivos; el animal fue seguramente capturado aun con vida pero con la pata trasera destrozada a la altura de la rodilla, por el lazo o por el mismo animal, ya que suelen llegar a auto amputarse a mordiscos las patas para así poder liberarse; una vez capturado le habrían ceñido la brida para evitar que se desangrara y muriera en el momento y lo habrían utilizado como cebo para entrenar en el rastreo a perros de caza, después de esto, el zorro debió de conseguir escabullirse y eso hizo que lo sentenciasen con un disparo, aun así consiguió llegar hasta la playa para morir en esta horrible agonía.
El cuerpo del animal fue recogido por agentes medioambientales.
La caza es una actividad cruel e innecesaria cuando se hace por diversión o mal denominado deporte, es imposible comprender desde el punto de vista de una persona mentalmente estable y sana dónde está el placer de matar un zorro, un corzo, una perdiz o un elefante por el simple disfrute de verlos agonizar hasta morir. No olvidando que a día de hoy, nadie necesita la caza como medio de manutención ni como medio de defensa. Hay individuos, eso si, cada vez menos y mas marginales, que se divierten maltratando a los animales, causándoles la muerte por diversión y perversión.