La Salamandra rabilarga o Saramaganta (Chioglossa lusitanica) es un endemismo del Noroeste peninsular y único representante de su género en España, de hábitos principalmente nocturnos o crepusculares. Relativamente abundante en las zonas de montaña a ambos márgenes de la ría, podemos encontrarla con mayor facilidad en las pocas y pequeñas manchas supervivientes que aún quedan de bosque caducifolio, y en menor medida en brezales, toxeiras o incluso en eucaliptales, siempre y cuando tenga próximo un arroyo, por pequeño que sea, con aguas limpias donde sus larvas puedan desarrollarse.
En el siguiente vídeo queda patente el por qué de su nombre (rabilarga), puesto que la cola llega en ocasiones a duplicar la longitud del cuerpo.
Es el único anfibio ibérico capaz de desprenderse de la cola (autotomía) con el fin de llamar la atención de los depredadores, regenerándola posteriormente, aunque nunca de igual forma y tamaño que la original.
Se alimenta de pequeños insectos y arácnidos, siendo una herramienta útil en huertos e invernaderos, por lo que no sólo no representa un peligro para los humanos, siendo absolutamente inofensiva, sino que su presencia nos favorece y beneficia.
La pérdida de hábitats, generalmente sustituidos por plantaciones de monocultivo de eucalipto, la contaminación o desaparición de arroyos y charcas debido a la canalización y al riego descontrolado y naturalmente los incendios forestales son las principales amenazas para esta especie que está catalogada como vulnerable.