Hace sólo unas semanas que el Concello de Noia, con fondos de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia llevaba a cabo, no sin algunas críticas, el acondicionamiento del sendero que llega a la Aldea de Xei en continuidad a la ruta del Traba, esa «puesta en valor» levantó mas de una controversia, puesto que los pasos necesarios para crear el sendero, así como el resultado del paso de la maquinaria, dejaron temporalmente en un estado lamentable lo que hasta el momento era poco mas que un sendero peatonal dentro de una magnífica mancha de bosque autóctono de ribera.
Este fin de semana, algún descerebrado y/o algún simple ratero consideró oportuno arrancar la cartelería y los postes que con dinero público el concello había colocado. Casi todos los elementos de señalización de la ruta fueron destruidos, arrancados y tirados al río, o directamente sustraídos.
Escoria hay en todas partes, pero en Noia parece que se está convirtiendo peligrosamente en habitual, que sin motivo aparente, un pequeño grupo de marginales, porque seguro que es pequeño, decida destruir o sustraer una propiedad pública sin que ello implique castigo alguno.
Lo vemos constantemente con las plantas de los jardines, con los maceteros, en navidad con la decoración,… todo vale, son conscientes de que no serán disciplinados ni mucho menos ajusticiados y eso les anima.
Imágenes tomadas del perfil público del Concello de Noia