Vertedero ilegal de residuos peligrosos en plena Red Natura 2000 de Outes

Este espacio privilegiado, catalogado y que debería conservarse protegido hasta la excelencia se ha ido convirtiendo con el paso de los años, y sin que nadie haga nada para evitarlo, en un bochornoso vertedero ilegal de residuos peligrosos

Aproximadamente a un kilómetro del núcleo urbano de Outes y a cinco kilómetros de Noia se encuentra Punta Espiñeiro, un saliente costero integrado en la marisma fluvial de la desembocadura de varios ríos outienses, entre ellos el Entíns, en dicho saliente se encuentran dos edificaciones ruinosas, vestigio de una vieja hormigonera que  cesó su actividad hace ya años, y es sin lugar a dudas un lugar privilegiado para la observación de fauna en el mismísimo corazón de la Red Natura 2000, en el Lugar de Interés Comunitario (LIC), Zona de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección dos Valores Naturais (ZEPVN) denominado Esteiro do Tambre.
En el siguiente video se puede ver la magnitud del desastre que pasamos a relatar:

Este espacio privilegiado, catalogado y que debería conservarse protegido hasta la excelencia se ha ido convirtiendo con el paso de los años, y sin que nadie haga nada para evitarlo, en un bochornoso vertedero ilegal de residuos peligrosos. La lista y las cantidades son sonrojantes: Unas 50 neveras y congeladores, con la problemática de los gases refrigerantes, unos 120 monitores y televisiones, unos 100 neumáticos de todo tipo de vehículos, bidones y garrafas contaminadas con aceites y grasas. y toda una colección de distintos electrodomésticos, enseres y otros residuos; la cantidad es tal, que es perceptible en las fotos satelitales de Google Earth.

Me cuesta creer que en todos estos años en los que se han ido acumulando esos residuos, nadie haya movido un dedo por subsanarlo, nadie haya abierto una línea de investigación para averiguar que comercial de electrodomésticos, entre otros, a estado tirando ahí esos residuos en vez de trasladarlos a los puntos de reciclaje. No voy a ponerle la cara roja a nadie en particular, aunque debería, pero seguro que todos los que están leyendo esto son conscientes de quienes, no por acción, pero si por omisión y pasividad en su puesto, son los responsables de este desastre medioambiental.

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