Todos estamos acostumbrados a ver a determinadas aves urbanas alimentarse de nuestras sobras y desperdicios, sobre todo en zonas de bares y terrazas, dejando a las gaviotas de lado, palomas, gorriones, mirlos, colirrojos, petirrojos y carboneros son las aves que con mayor frecuencia alimentamos voluntaria o involuntariamente, y son aves que presumiblemente con el cierre de la hostelería y el confinamiento estarían pasando penurias nutricionales, sobretodo ahora que en muchos casos están ya alimentando a pollos. Esta conclusión tiene parte de verdad, pero no toda, afortunadamente es primavera, y es esta época del año en la que tanto aves granívoras como insectívoras tienen mas fácil el acceso al alimento incluso en las áreas urbanas, brotes de hiervas y arbustos, las primeras flores e incluso insectos, proporcionan un aporte nutricional que en estas fechas está mas o menos garantizado incluso en el jardín mas pequeño de nuestros núcleos urbanos.
¿Debemos alimentar a las aves urbanas?
SI, siempre, no sólo ahora por esta situación. El uso de comederos para aves es una costumbre maravillosa que no acabamos de importar de otros países.
¿Que alimentos debemos darles?
Lo tenemos fácil, extremadamente fácil y barato, en cualquier supermercado, en el lineal de mascotas, venden por precios que rondan entre 0,70€ y 1,80€ bolsas de nada mas y nada menos que 1 Kg. de alpiste, que nos puede durar semanas o incluso meses, son los que venden para canarios, jilgueros o periquitos.
¿Qué alimentos no debemos darles?
No porque no se los vayan a comer, sino porque no le van a aportar los nutrientes correctos y necesarios a los pollos, no debemos darles restos de bollería industrial, patatas fritas, gusanitos, etc… «LAS AVES NO NECESITAN NUESTRA COMIDA BASURA»
¿Donde debemos darles de comer?
Lo mejor y mas correcto en el caso de los cascos urbanos es simple y llanamente dejar el pienso en el alfeizar de la ventana o el balcón, quizás tarden unos días en darse cuenta de que ahí hay comida, pero una vez que lo sepan, veréis como llegan incluso a pedirla, y tranquilos, no van a perder la costumbre de buscar su propio alimento por que tu les pongas unas semillas durante unas semanas.
¿Donde no debemos darles de comer?
En la calle, no debemos dejarles la comida en el suelo ni en zonas ajardinadas donde ellos puedan conseguir su propio alimento, además eso podría suponer un problema de sobrepoblación de otras especies, como ratas…