Aunque su forma recuerda a la de las culebras e incluso sus movimientos se asemejan al de estas, nada mas lejos de la realidad en cuanto a este escurridizo saurio, que básicamente y sin entrar en demasiados detalles, es un inofensivo lagarto al que la evolución ha dejado sin patas.
Dos rasgos característicos de los lagartos y ausentes en las culebras los delatan, y son la existencia de párpados y los diminutos y casi imperceptibles orificios auditivos.
El lución o escancer es un reptil muy común en toda la ría y podemos encontrarlo con mayor o menor abundancia en prácticamente todos los ecosistemas. Prefiere zonas de prado húmedo, próximo a brañas y regatos, donde se refugiará bajo piedras y objetos que le proporcionen sombra y seguridad, como tejas, tablas, o incluso plásticos, pero también lo encontraremos en brezales, huertos, claros de bosque e incluso en zonas dunares, especialmente si están próximas a masas o corrientes de agua dulce.
Puede alcanzar hasta 50 centímetros de longitud, aunque lo normal es encontrarlos con 25 o 30, presenta una coloración parda uniforme con ocelos azulados (celo) en el caso de los machos y líneas dorsales claras en el caso de las hembras, los juveniles tienen un color dorado con línea oscura dorsal desde la cabeza hasta la cola.
Son capaces de desprenderse de la cola en uno o varios trozos como método pasivo de defensa, a este comportamiento se le conoce como autotomía caudal. En el siguiente vídeo se puede ver como se desprende de la cola al ser capturado por un lagarto ocelado.
A parte de ser total y absolutamente inofensivos, resultan una herramienta de gran utilidad en huertos y jardines puesto que su alimentación se basa en caracoles, babosas, orugas y arañas. El sirve de alimento a Culebras, mustélidos, aves rapaces y lagartos…
Su población, aunque relativamente abundante, está en declive debido a la destrucción de sus hábitats, los pesticidas y los incendios forestales.
