En el Monte Iroite, en el lugar conocido como la balconada, han vuelto a aparecer caballos con las patas atadas, esta práctica es absolutamente ilegal desde hace años, no sólo por el evidente maltrato y peligro que significa para el animal, puesto que le impide una movilidad correcta o la simple defensa de un depredador, también significa un peligro para el tráfico, puesto que en esas condiciones el animal no puede abandonar la calzada con la rapidez requerida en caso de percibir la llegada de un vehículo.
Es cierto que llevábamos tiempo sin ver esta práctica entre los ganaderos, y que como norma general está totalmente abandonada, pero por lo visto aun queda crueldad.