Sapos, tritones, salamandras… Estas primeras noches de Otoño, en las que se juntan calor, humedad, orballo y ausencia de viento, son sin duda alguna las mas propicias del año para salir a ver anfibios, suelen ser pocas, concentradas entre finales de septiembre y octubre, y esta noche ha sido una de esas, en la que poder disfrutar de prácticamente todas esas especies de «duendes» de la noche, que con ojos enormes se dejan ver, cada vez mas escasos, cada vez mas frágiles en su existencia y cada vez mas dependientes de nuestras decisiones y errores como supuesta especie dominante.
Salida por el Monte San Lois (Noia), en total caminata de 6,2 kms. durante algo mas de dos horas por asfalto, bien entrada la noche, noche fructífera, muy fructífera, nada mas empezar, un reptil, el único de la noche, una víbora de seoane (Vipera seoanei), minúscula, de unos 12 cm., un animal fascinante.
A partir de ahí empiezan los anfibios, los duendes, con un total de 28 ejemplares.
El mas numeroso fue el Tritón jaspeado o Pintafontes verde (Triturus marmoratus) con 12 ejemplares de distintos tamaños y sexos. Un animal inconfundible, el mas grande de nuestros tritones llegando a los 16 cm. En la imagen una hembra, reconocible por la linea anaranjada que recorre cuerpo y cola longitudinalmente, un anfibio generalmente terrestre, quizás el mas terrestre de nuestros tritones, pudiendo encontrarlo realmente lejos de masas de aguas o manantiales.
El siguiente en número de ejemplares y sin duda un animal precioso, por su morfología y colorido fue el Sapo corredor o Sapo corriqueiro (Bufo calamita) con 6 ejemplares de distintos tamaños, en el caso de la fotografía, una enorme hembra de mas de 10 cm.
Esta especie podemos encontrarla en casi todos los ecosistemas de la zona, incluidos los arenales dunares.
El siguiente, con un ejemplar menos, es otro sapo, el Sapo espinoso o Sapo común (Bufo bufo spinosus), 5 ejemplares, alguno de ellos magnífico, de mas de 12 cm. como el ejemplar de la fotografía.
La siguiente especie encontrada es, sin duda, nuestra joya herpetológica, un animal del que deberíamos sentirnos orgullosos y al que deberiamos cuidar como en otras partes del mundo se cuida o incluso venera a especies en relación a su escasez o exclusividad geográfica; se trata de la Salamandra rabilarga o Salamántiga galega (Chioglossa lusitanica) con 3 ejemplares, los 3 en escasos 10 metros de asfalto, lo que nos puede dar alguna pista sobre su localización poblacional…
Y por último el mas pequeño de la noche, el menos numeroso por la situación quizás un poco desubicada para el, pero a la vez uno de los mas conocidos por todos, a ver quien no ha capturado, de niño, o no tan niño, alguno en una fuente, charca o manantial, se trata, con 2 ejemplares, del Tritón ibérico o Limpafontes común (Lissotriton boscai), un tritón que rara vez vemos en su forma terrestre.
Son todos los que están, pero no están todos los que son, lamentablemente y atreviéndome a tomarlo como un mal presagio, se echó en falta, por decirlo de alguna manera, inexplicablemente, a la reina de estas noches de otoño, a nuestra Salamandra común o Píntega (Salamandra salamandra), ni un solo ejemplar, ni esta noche ni las pasadas noches, que sin salir a la «caza» de anfibios siempre se está al tanto de lo que pueda haber, nada, ni un ejemplar, tan solo uno aplastado por un coche y con «solera», cuando hace unos 10 años en noches como esta y en este mismo sitio podían encontrarse docenas de ellas.
Otras dos especies que esperaba encontrar son el Sapo partero común o Sapiño comadrón (Alytes abstetricans) y el Sapillo pintojo ibérico o Sapiño pinto (Discoglossus galganoi), presentes en la zona con absoluta seguridad, pero no pudo ser, hay mas noches, todo se andará…
Es importante recalcar, que todas las especies de anfibios que acaban de aparecer aquí reflejadas, no solo son absolutamente inofensivas, sino que son beneficiosas para el ser humano, son devoradores incansables de gusanos, orugas, caracoles y babosas, por lo que en huertos y jardines pueden ser un aliado y una herramienta excepcional , natural y gratuita en el cuidado de las plantas.
Todas estas especies está protegidas por la legislación autonómica, nacional y europea, son especies sensibles a la contaminación, a la deforestación, la pérdida de masas de agua, los incendios, el tráfico rodado, el eucalipto, en definitiva, son especies que debemos cuidar, incluso mimar, son especies que con un poco de educación desde la escuela perderían esa injustificada y estúpida mala fama, fruto de la ignorancia y el oscurantismo de épocas pasadas.