Vertidos en la ensenada de Noia, una mancha en el Puerto de Compostela.

Los vertidos fecales e incluso industriales en plena ensenada de Noia no son novedad, no son ningún descubrimiento, ni mucho menos son un problema reciente, vienen de muy atrás y simplemente son la postal silenciada que hace casi obligatorio tener parte de la fachada marítima de Noia de espaldas al mar.
La Ensenada de Noia así como toda la zona terrestre del paseo marítimo están encuadradas dentro de la red de espacios protegidos por la Unión europea en la Red Natura 2000, es un Lugar de Interés Comunitario (LIC) y una Zona de Especial Conservación (ZEC), también está declarada por la Xunta de Galicia Zona de Especial Protección dos Valores Naturais. En definitiva, es un espacio natural de la Villa de Noia que obligatoriamente debe estar en un estado óptimo de conservación medioambiental, un espacio natural en el que debería priorizar su conservación.

El siguiente vídeo es una recopilación de algunos de los principales puntos de vertido de la ensenada, ni mucho menos están todos los que son, pero evidentemente son todos los que están, son 8 minutos de imágenes desagradables, de un desastre medioambiental en forma de vertidos, suciedad y contaminación sobre lo que tendría que ser la perla mimada de la Ría de Muros-Noia, el «Puerto de Compostela».

Depuradoras ineficientes, colectores inservibles, proyectos estancados, experimentos que, siendo bien pensados, no pasaron de ser efímeras y carísimas pozas de cara a la galería. Pasan los años, los lustros y las décadas y ese espacio natural de Noia, la ensenada y parte de su entorno, siguen siendo una cloaca degradada en la que vecinos y visitantes vierten sus deposiciones sin control alguno, para luego pasear sobre esas mismas deposiciones desde pasarelas a modo de balcones sobre el fango.

Todos los esfuerzos administrativos y económicos que desde distintos organismos se han llevado a cabo para poner a Noia en el mapa turístico y atraer al visitante, quedan empañados por estas aguas fecales; el turista viene atraido por nuevos conceptos históricos como el Portus Apostoli, El Puerto de Compostela o comerciales, como el abandonado «A Ría da Estrela» y al llegar se encuentra en persona y de bruces con la desagradable realidad de una imagen dantesca acompañada del penetrante olor de los colectores y sus aguas residuales en pleno casco urbano de Noia.

Estos vertidos fecales y la carga bacteriológica que producen nos llevan a situaciones totalmente inaceptables como la que lleva en 2018, a la Xunta de Galicia, por orden de la Unión Europea a decretar la prohibición permanente para el baño en la Playa de Testal-Taramancos, prohibición aun vigente en 2021 para una playa en la que se asienta uno de los principales bancos marisqueros de Galicia y motor económico de la comarca.

En el mapa aéreo se ve marcado en verde toda la zona que corresponde al espacio protegido por la Red Natura 2000, con círculo rojo algunos de los mas importantes puntos urbanos de vertido dentro de la ensenada reflejados en el video anterior, y a la izquierda donde comienza la playa de Testal.

La ensenada de Noia, su paseo marítimo, e incluso su ruinosa escollera forman un cómodo y privilegiado punto de observación de fauna, especialmente de aves, un balcón al que asomarse y disfrutar la naturaleza sin abandonar la comodidad del casco urbano; una baza turística que se mueve fuera de temporada alta y que en otros lugares aporta enormes beneficios.