Las andrenas o abejas mineras son un genero de abeja que en lugar de fabricar colmenas, excava «cuevas» bajo el suelo para depositar los huevos y sacar adelante a su prole, hasta ahora infrecuentes en el norte y mas bien propias del sur peninsular, posiblemente las altas temperaturas las estén obligando a buscar tierras mas propicias.
Estas abejas, totalmente pacíficas e inofensivas, son oligolécticas, lo que quiere decir que visitan una gran variedad de especies de flores para extraer su polen y que por lo tanto son magníficas polinizadoras, o lo que es lo mismo, son una extraordinaria herramienta en el huerto, el invernadero, el jardín y sobretodo para los árboles frutales.
Las abejas mineras pueden establecerse en pequeños grupos de nidos o en colonias enormes de varios cientos o miles de «minas», como en el caso de Noia, eso si, generalmente cada abeja tiene su propio nido, ocasionalmente dos o mas pueden usar una misma entrada, pero esta siempre se dividirá en una galería para cada abeja.
Las galerías pueden llegar a tener de 10 a 30 cm. de profundidad, albergando una cámara de cría donde almacenará alimento y depositará los huevos hasta su eclosión. En tan solo unos días los montículos y los agujeros habrán desaparecido, y no quedará rastro de estos insectos hasta la primavera que viene.
De ningún modo debemos temer a estas abejas, ni confundirlas con otras especies exóticas y agresiva, son totalmente pacíficas e inofensivas, aunque si se las molesta, como cualquier otra abeja, puede clavarnos el aguijón, con la consiguiente molestia.