En la Ría de Noia se produce una de las mejores puestas de sol de Galicia, el ocaso perfecto, sobre el mar, entre montañas y adornado con una isla ¿Que más se puede pedir?, hay varios puntos de observación de estas maravillosas vistas, algunos muy promocionados en campaña electoral con horrorosos y antinaturales bancos, y otros, bien conocidos por los lugareños y que empezaré a mostrar desde hoy, con esta y próximas entradas.
Esta puesta de sol se puede disfrutar desde el Porto da Barquiña, en Noia, un lugar tranquilo, silencioso, donde no se debe ir en coche, se debe ir paseando desde el núcleo urbano, lugar excepcional no sólo para disfrutar del ocaso, sino para la observación de aves limícolas. En este caso, acompañando a la ocultación de la esfera solar, se dio la excepcional casualidad de producirse el fenómeno óptico atmosférico del rayo verde, no demasiado definido, no demasiado evidente, pero se aprecia perfectamente en los últimos instantes antes de la ocultación. Una maravilla de la naturaleza.
El rayo verde es visible porque se dobla la refracción de la luz del sol, la atmósfera actúa a modo de prisma sicriminando la luz en varios colores. Si el sol se ve por completo sobre el horizonte, todos los colores de los rayos se solapan, por lo tanto no podemos ver cada color de forma individual.
Cuando el sol se oculta en el horizonte los colores que forman la paleta del espectro van desapareciendo de uno en uno, empezando por los que tienen una longitud de onda más larga. Al amanecer, el proceso es al contrario, por lo que podemos observar un rayo verde cuando el sol está encima del horizonte.
